Las botellas de vino son un tipo de producto que requiere contar con un packaging que proteja y, a la vez, capte la atención de los clientes. La oferta enológica es muy amplia en todo tipo de superficies comerciales y también en todo tipo de e-commerce. Es un artículo que se consume en el día a día, que compran tanto particulares como empresas y que, además, es un detalle perfecto para regalar en fechas señaladas.
Las posibilidades, tanto de venta como de cliente final, son de lo más variadas, por eso el tipo de packaging utilizada en cada caso también debe adecuarse a ellas. A continuación, queremos darte más información sobre la fabricación de cajas de cartón para botellas de vino y cómo elegir la mejor opción para tu proyecto.
Folding cartón para vino
Uno de los materiales más empleados para el packaging de botellas de vino es el folding. Se trata de un tipo de cartón, similar a una cartulina en cuanto a textura y gramaje, pero que se caracteriza por ser muy manipulable. Su facilidad de plegado hace que sea un material perfecto para la fabricación de cajas automontables y que se pueda transportar y almacenar plegada.
El folding de cartón para vino suele ser el más utilizado para el packaging de botellas individuales. Este permite ser impreso con un acabado perfecto, con un resultado muy atractivo y llamativo para los clientes. Además de en el ámbito vinícola, este tipo de packaging también es muy utilizado en otros productos de alimentación o incluso en otros sectores como el de perfumería y juguetes.
Cajas y estuches portabotellas
Las botellas de vino se caracterizan por tener un tamaño y forma similar, por lo que las medidas del producto es un aspecto que no varía. Para elegir el tipo de caja o estuche para botellas más adecuado a cada caso, hay que detectar otra serie de necesidades:
- Cantidad de botellas. Las cajas pueden contener una o varias botellas y este dato es fundamental para elaborar el diseño del packaging. En caso de que sea más de una, deberán quedar separadas para que no choquen y puedan romperse hasta que la adquiera el cliente final.
- Contenido adicional. Este tipo de artículo se comercializa en ocasiones combinado con otros productos, sobre todo cuando son ocasiones especiales como aguinaldos para empresas, Navidad o San Valentín, entre otros. Hay que valorar si se va a acompañar la botella con otro alimento o producto para que la caja o estuche portabotella se adecúe al contenido.
- Diseño y presentación. El packaging es clave para aumentar las ventas de un producto, por lo que, si se quiere un diseño concreto, es determinante para la elección de caja o estuche para botellas más adecuado. Los colores que se van a utilizar, si incluye logo, alguna frase, si se opta por una fotografía; los aspectos básicos que deben aparecer son claves para la realización de un tipo de packaging u otro.
- Ubicación y exposición. ¿Va a estar colocado en un supermercado? ¿Se comercializará como regalo? ¿Es un packaging para un e-commerce? El objetivo es que su presentación satisfaga las necesidades del consumidor final y el distribuidor. Por eso, hay que conocer previamente la ubicación donde va a estar expuesto para adecuar el packaging a sus necesidades de emplazamiento.
- Facilidad de transporte. Otro aspecto para valorar es la facilidad del transporte de la caja, tanto durante el proceso de envío como del transporte del cliente. Hay que determinar si es necesario que el packaging cuente con un asa y, de ser así, elegir una solución que garantice comodidad y resistencia.
- Tipo de apertura. También es necesario saber el tipo de apertura que se desea para la caja o estuche portabotellas de vino. Puede ser una caja con solapas con apertura superior, una apertura abatible de uno de los lados del packaging o que la parte superior quede al descubierto y la botella pueda extraerse fácilmente.
Caja de cartón para vino personalizadas
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